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El día que Ezcaray se llamó «Escaray»

El día que Ezcaray se llamó «Escaray»

Las señales de tráfico de La Rioja se suman a las 'patadas al diccionario', la última ha sido sesear el topónimo ezcarayense

Diego Marín A.

Martes, 3 de marzo 2015, 20:01

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Si Gonzalo de Berceo levantara la cabeza y condujera un vehículo por las carreteras riojanas, probablemente se estrellara del disgusto al ver lo que hemos hecho con el castellano. Ejemplos, por desgracia y para nuestra propia vergüenza, hay muchos, aunque el último (conocido) tuvo lugar la semana pasada en la LR-111. Allí, en el tramo entre Santo Domingo de la Calzada y Ojacastro, se produjeron al menos dos singulares incidencias dentro del trabajo de refuerzo del firme que se está realizando en la zona.

Lo más sorprendente fue la duplicidad de algunas señales de tráfico, aunque lo más sangrante apareció en las inmediaciones del cruce con la carretera LR-414, donde se colocó un nuevo cartel informativo con el topónimo de Ezcaray seseado: «Escaray». El escandaloso error corrió como la pólvora en las redes sociales y, lógicamente, no tardó en llegar a ojos del 'alcalde 3.0' del municipio protagonista, Diego Bengoa. «Es una anécdota», considera.

La señal puede que no sobreviviera ni 24 horas porque Bengoa se apresuró a ponerse en contacto con la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de La Rioja y «el mismo viernes bajé a Logroño y vi que ya estaban quitando la señal; y al volver, por la tarde, ya no estaba». A pesar de que Bengoa reconoce el error como algo anecdótico también confiesa que «a ningún alcalde le gusta que salga mal el nombre de su pueblo en ninguna parte» y entiende que esto haya sido «motivo de risa».

Por otra parte, la duplicidad de las otras señales de tráfico tiene una explicación que apunta el alcalde ezcarayense y confirma el propio Gobierno de La Rioja. Las señales tienen fecha de caducidad porque el reflectante se deteriora y, en la tarea de sustituir las viejas por las nuevas, puede haber un tiempo en que las dos coincidan, para sorpresa de los conductores. «Pedí que pusieran el cartel bien, que era lo suyo, aunque la responsable es la empresa contratada por Obras Públicas», defiende Diego Bengoa.

La misma empresa encargada de la renovación del firme de la carretera, Ecoasfalt, es la responsable de colocar las señales y, en este caso, de enmendar el error que se ha cometido. La obra se adjudicó en diciembre del 2014 por 391.314 euros e incluye «la limpieza de cunetas, el saneamiento del firme, la sustitución de señales de tráfico y la colocación de una nueva barrera de seguridad». Desde el Servicio de Gestión de Carreteras se informa que todos los problemas surgidos por la ejecución de la obra se solucionarán antes de terminar la misma. «No es habitual, pero es un error de la empresa», insiste el Gobierno de La Rioja.

Puede que no sea habitual, pero lo cierto es que, al menos, los errores que se exhiben en las señales de tráfico son muy llamativos. Valga como ejemplo que, hasta el año pasado, en la avenida de La Rioja de Ábalos se señalizaba a 13 kilómetros Torremontalbo con uve y en la avenida de Santo Domingo de la Calzada de Haro durante muchos años se exhibió Casalarreina con una sola erre. Además, en las inmediaciones de Igea también se pudo leer «Centro de 'Intepretación' Paleontológico». En la N-111 perviven las señales que muestran Ribavellosa escrito de diferente manera. Y la AP-68 incluso afirma que Logroño tiene catedral. Por otra parte, de la ausencia de tildes ni hablamos...

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