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José Luis Birigay restaura el Cristo de la Cruz a Cuestas.
La Vera Cruz restaura paso a paso
HARO

La Vera Cruz restaura paso a paso

El Cristo de la Cruz a Cuestas está siendo tratado en Logroño por José Luis Birigay

DIEGO MARÍN ABEYTUA

Miércoles, 30 de julio 2014, 23:00

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La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Haro ha emprendido la restauración de uno de sus pasos de Semana Santa más queridos, valiosos y estropeados, el del Cristo de la Cruz a Cuestas. Y lo hace gracias al doble apoyo recibido por parte de las instituciones. De la Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja, a través de la Sociedad La Rioja Tierra Abierta (dependiente de Fundación Caja Rioja), ha recibido 2.000 euros.

Con el Ayuntamiento de Haro ha firmado un convenio de cooperación por valor de otros 2.000 euros para financiar los gastos de la limpieza y restauración de la figura. La junta de gobierno del 18 de junio aprobó este gasto al entender que el destino del mismo es «de interés municipal» y «por contribuir a aumentar los elementos estéticos de nuestra localidad». Y es que los pasos que conserva la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Haro son patrimonio de los jarreros, de la ciudad.

La talla en cuestión es del siglo XVIII y, aunque se restaura por primera vez, su conjunto ya había pasado antes por el taller para colocarle celosías nuevas e iluminación. «Como todos, están ya viejos y con polilla», explica Antonio Viela, prior honorífico de la cofradía, «hay que quitarles capas de barniz y cera». Tras esta reparación, a la Santa Vera Cruz sólo le quedaría por restaurar el paso de La Oración del Huerto.

Desde su taller de restauración en Logroño, José Luis Birigay explica que el trabajo es sencillo: «Sobre todo el armazón, la estructura de madera de la talla, que está policromada, tiene ataque de xilófagos. El hombro derecho está bastante deteriorado». Durante los últimos días Birigay ha desinfectado la talla de madera para intentar acabar con los insectos que, afirma, «eligen zonas más susceptibles, como el pino, porque buscan la celulosa». Así, otras partes, de nogal, como la cabeza y los pies, apenas están deterioradas. «Que la carcoma haga mella es normal en el patrimonio», dice Birigay.

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