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La fotografía de Muro de Aguas que ha generado la polémica./
¿Qué es un pueblo bonito?

¿Qué es un pueblo bonito?

Una fotografía de Muro de Aguas levanta polémica y demuestra que la belleza es un concepto subjetivo

Pío García

Jueves, 24 de abril 2014, 19:51

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La serie de reportajes titulada La Rioja de cabo a rabo empezó en enero. Sus autores, el fotógrafo Justo Rodríguez y quien esto suscribe, llevamos ya treinta entregas (más de sesenta pueblos) y no es raro que la gente, al conocer nuestras andanzas, empiece a preguntarnos: ¿cuál es el más bonito de todos?

La respuesta, de haberla, sería impublicable. De decir uno solo, seguramente nos harían hijos predilectos de aquella localidad y nos prohibirían la entrada en los otros 173 municipios. Pero es que, además, no creemos que haya una respuesta exacta. ¡Depende tanto del estado de ánimo, del tiempo atmosférico, del día, de la gente, de los gustos de cada cual! Antes incluso de lanzarnos a la piscina, deberíamos resolver una duda previa: ¿qué es bonito?

Los autores de La Rioja de cabo a rabo sabemos ya que nunca llueve a gusto de todos y hemos recibido quejas sobre el tratamiento que hemos dado a ciertos municipios. Asumimos todas con buen espíritu (¡faltaría más!), aunque algunas nos parezcan más razonables que otras. Por lo que nos ha llegado, quizá las mayores cotas de indignación las hayamos levantado en Muro de Aguas, un precioso (sí, precioso) pueblo de La Rioja Baja. El texto, publicado el 18 de enero con el título Historia a borbotones era francamente elogioso y en una de las fotografías se veía la hermosa plaza del lugar, un coqueto espacio acotado por una picota, una alegre fuente y un formidable árbol. Además, salía el retrato de Virginia Alfaro, una vecina que nos atendió con gran amabilidad y admirable disposición. Pero había otra fotografía. Era una imagen técnicamente magnífica: una deteriorada casa gris, un land rover con una rueda pinchada, el sol cayendo a plomo sobre la calle. El edificio está en el centro, así que no tuvimos que andar rebuscando entre el callejero para encontrar la casa más fea (como nos dijeron) del pueblo. A nosotros, en cambio, no nos pareció una imagen fea ni ofensiva. A veces llaman más la atención estas estampas rurales, auténticas y sinceras, que otros edificios muy peripuestos y perfectamente maquillados. Cuando uno va a un pueblo, no solo busca plazas coquetas y casas repintadas, también le interesan los todoterrenos esforzados, con demasiados kilómetros a sus espaldas, y las casas que alguna vez fueron y ya no son. Tienen la belleza del tiempo, del sudor y del trabajo; la misma belleza que encuentro en los hombres y en las mujeres de 90 años que se han pasado la vida doblando el espinazo al sol, aunque ahora tengan el rostro seco y arrugado y las piernas deformes y la columna maltrecha. El alma de los lugares es variopinta y también se esconde en cuerpos enfermos.

En fin. Puede que estemos equivocados. En cualquier caso, es un tema digno de debate y nos gustaría recibir vuestras impresiones. Para ilustrarlo, os dejo aquí todas las fotografías de Justo Rodríguez sobre Muro de Aguas. Un municipio que os invito a conocer mañana mismo. Merece la pena.

(*) Este fin de semana, sigue en el periódico la serie La Rioja de cabo a rabo, patrocinada por Bankia. El sábado 26 visitamos Nieva, Almarza y Pinillos. El domingo 27 paseamos por Ortigosa y El Rasillo.

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