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Algunos de los perros que ha alojado hasta ahora el recinto de Animales Rioja en el Camino Viejo de Alberite. / SONIA TERCERO
Animales Rioja echa el cierre
sociedad

Animales Rioja echa el cierre

La inundación de su refugio en el Camino Viejo de Alberite precipita su clausura. La entidad, que suma problemas de permisos administrativos, ha recolocado a sus 30 perros

MARÍA JOSÉ LUMBRERAS

Jueves, 14 de febrero 2013, 08:57

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Cuentan en Animales Rioja que ya no pueden más y que cierran, aunque no lo harían de localizar un terreno al que poder trasladar su refugio, algo que no han logrado pese a una búsqueda exhaustiva. La inundación del que ahora tienen en el Camino Viejo de Alberite, este pasado fin de semana, ha sido la última gota del vaso. Buena parte de los 30 perros que había han tenido que ser recolocados en casas de acogida y en una residencia. Y la vuelta a empezar en este mismo suelo se plantea imposible porque no tiene el permiso de núcleo zoológico imprescindible. «No nos dan la licencia», señala Beatriz Martínez, quien reconoce que han ido teniendo pleitos por retrasar lo inevitable. Fue en mayo del 2009 cuando esta entidad inició su actividad y cuando alquiló los 4.900 metros cuadrados que utiliza. Y, desde entonces, se mantienen por sus propios medios, señala Martínez.

A lo largo de este año pasado, cuenta, han sacado hasta 450 perros de la perrera para darlos en adopción, dice. «Tenemos mucha ayuda del exterior (algunos de estos perros terminan en otros países), pero necesitamos un sitio. No me puedo creer que no se pueda encontrar un lugar que sirva de hogar a estos animales donde no se moleste a nadie», afirmó también la presidenta de Animales Rioja. Según sus datos, cada año acaban en el llamado centro de acogida de animales (nombre que los animalistas siempre rebaten), cerca de 4.500 perros. «En estos momentos hay dos camadas de recién nacidos y no podemos hacer nada», se desespera Beatriz Martínez.

La respuesta del Ayuntamiento

Desde el Ayuntamiento, indican que el suelo, calificado como no urbanizable, incumplía las condiciones de entrada, por lo que su regularización es imposible. Señalan también que las quejas de los vecinos del entorno han sido muy numerosas y que las denuncias registradas pusieron en marcha una maquinaria judicial que culminó con dos juicios el año pasado, el segundo pendiente de sentencia.

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