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Los responsables sanitarios vascos, esta mañana en rueda de prensa // EFE
El conflicto sanitario rompe los puentes del Ebro
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El conflicto sanitario rompe los puentes del Ebro

El consejero vasco de Salud ha señalado que "la vía abierta de negociación con La Rioja no está logrando ningún resultado y esto requiere soluciones nacionales"

EFE

Jueves, 1 de diciembre 2011, 20:25

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El conflicto sanitario entre La Rioja y el País Vasco no termina. Antes al contrario: la deriva de las declaraciones ý las decisiones políticas a un lado y al otro del Ebro está llevando a una ruptura total entre dos administraciones cuya convivencia siempre ha sido difícil.

Cuando, el pasado día 18, La Rioja y el País Vasco se daban de plazo hasta el 1 de diciembre para solucionar el conflicto todo parecía ir en vías de solución. El concederse un plazo tan corto parecía indicar que el principio de acuerdo estaba alcanzado, o por lo menos cerca.

Pero los hechos posteriores han venido a desmentir esa apariencia, y lo que comenzó siendo un conflicto sanitario comarcal ha derivado en una batalla a nivel autonómico que amenaza con extenderse a nivel nacional.

ROMPER LA "COHESIÓN NACIONAL"

Y es que ayer el gobierno Vasco acusaba a La Rioja de romper la "cohesión nacional" del sistema de salud y amenazaba con llevar el asunto mucho más lejos: si La Rioja mantiene su posición, venía a decir el consejero Rafael Bengoa- ellos deberían tomar la misma actitud con otras regiones limítrofes, como Cantabria, Castilla y León y Navarra.

Es una manera de añadir presión sobre la actitud riojana, pero hay más: el País Vasco también ha elevado una petición formal para que intervenga la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad, y ha pedido que el futuro presidente, Mariano Rajoy, intervenga en el asunto.

En esa petición el Gobierno de Euskadi no está solo: el PP vasco ha llegado más lejos, al asegurar que Rajoy "obligará" a La Rioja a volver a atender a los vecinos de La Rioja Alavesa. Con lo cual el conflicto adquiere una ramificación más, ésta política: dentro de la misma Génova, entre el PP vasco y el PP riojano.

ATENDER A 30.000 PERSONAS

Las declaraciones se han sucedido a lo largo de todo el día. El consejero riojano de Salud, José Ignacio Nieto, insistía en el argumento que La Rioja ha venido manteniendo desde que, en septiembre. se desatara el conflicto: el servicio riojano de salud no puede asumir la asistencia a los pacientes vascos y navarros (que Nieto cifra ahora en 30.000 personas) "sin ninguna contraprestación".

El gobierno riojano asegura que para él prima "el interés de los riojanos", y que obrará siempre con esa prioridad.

En toda esta cuestión ha aparecido, como derivado, el asunto de los transplantes renales. La Rioja y el País Vasco colaboran hace años en la realización de estos transplantes, que antes se hacían invariablemente en hospitales vascos y que, desde hace unos meses, se realizan también en el San Pedro, aunque con colaboración y formación de especialistas vascos.

Pues bien, el consejero vasco ha tomado la decisión de "suspender la tramitación legal" de ese convenio de colaboración. una medida de presión simbólica, porque, como el mismo Bengoa reconocía, no tiene efectos prácticos sobre los pacientes.

Pero aún así, la medida ha bastado para que José Ignacio Nieto acuse a su homólogo vasco de "irresponsable" por aludir aun tema tan sensible. Y le ha recordado que esa colaboración está dentro de la Organización Nacional de Transplantes, que los hospitales vascos son el Centro de Referencia para ello, y que el gobierno vasco ya es compensado por esos transplantes.

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