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«Hay que levantarse y ponerse en marcha»
en primera persona

«Hay que levantarse y ponerse en marcha»

Pepe Ríos. 58 años. Para afrontar el paro estudia

PILAR MANZANARES

Jueves, 2 de diciembre 2010, 20:19

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"Soy consultor de sistemas informáticos. Empecé, hace casi 40 años, como programador, pero llegué a ser consultor. De hecho, mi último trabajo fue una consultoría en una empresa con una proyección importante para la que tuve que poner en marcha todo lo que podríamos llamar el sistema de la información.

Los resultados obtenidos fueron muy buenos, y pasaron de tener una tienda en Madrid que apenas facturaba a veintitantas en toda España. Cuando llegó la crisis, ya en 2007, se comenzó a buscar lo bueno, bonito y barato. Lo bueno se tiene, pero lo bonito (ser joven) y lo barato, no. Decidí irme antes de que me echasen y me quedé sin trabajo.

Resignado, pensé que ya solo me quedaba esperar a la jubilación, con todo lo que eso conlleva: empecé a estar desmotivado, no dormía bien, según avanzaba el tiempo no veía una salida cierta y todo eso te destroza y te afecta a la salud, no solo mental sino física. Pero mi mujer y mi hija me retaron: ¿A que no eres capaz de volver a estudiar?. Y como para lo que sí soy incapaz es para decir que no a un reto, lo hice.

Ahora, curso Ciencias Empresariales por la UNED, ya estoy acabando porque este es mi tercer año, pero seguiré estudiando y, junto a dos socios más, vamos a montar una empresa. Me ha cambiado la vida. Ha sido como una terapia, como volver a caminar. Me he convertido en un espejo para muchos de mis compañeros que dicen: Si Pepe puede.... Y, como yo les digo cada vez que entramos a un examen, podemos.

No soy especial, pero sí soy muy trabajador, lo he sido siempre, y ahora esta es mi ocupación: llego a las 8 de la mañana, estudio todo el día y, cuando mi cuerpo no puede más, me voy a casa. Creo que, sea de estemodo o de cualquier otro, los parados no podemos estar los lunes al sol, hay que levantarse y ponerse en marcha mientras se sigue buscando empleo, porque es bueno para la salud.

Y, sobre todo, hay que luchar. Es cierto que es muy duro hacerlo solo y contra los elementos, ya no somos políticamente interesantes, pero no podemos ser como esos bueyes de Miguel Hernández. Hay que ser leones, levantar la cabeza y caminar para sentirse vivo de nuevo, porque ¿a qué hay que esperar? Daría algo de mi vida porque alguien más dijeses: Yo tampoco soy buey. Me gustaría que en mi epitafio pusiese: Aquí yace un estudiante".

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