«Si se queda con su familia podría ser un desastre»

El tiempo de amparo de los menores por Servicios Sociales es muy variable. «No existe un periodo medio», detalla Corres. Los niños pueden estar tutelados desde que nacen hasta los 18 años, algunos están unos meses y otros entran con cinco años y luego nadie se hace cargo de ellos. «La estancia es tan variada como lo es la ocupación de las plazas residenciales».

«Es muy duro, pero procuramos desde nuestro ámbito que los chavales estén lo mejor atendidos posible, pero ves situaciones muy dolorosas y sabes que si se queda en su familia podría ser un desastre», comenta Corres, para quien tomar una decisión de desamparo requiere un gran esfuerzo de análisis «porque lo más lógico es que permanezca en su familia, pero tenemos que velar siempre por el interés del menor».