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Iker Pou, colgado en la vía ‘Orbayu’ del Naranjo de Bulnes, la más difícil del mundo. L.R.
Los hermanos Pou, los mejores escaladores del mundo
DEPORTES

Los hermanos Pou, los mejores escaladores del mundo

«Con miedo no te subes», dicen Iker y Eneko Pou. Ellos no tienen miedo y suben a lo más alto

PABLO ÁLVAREZ |

Viernes, 27 de noviembre 2009, 18:26

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Sus padres no les llevaban al fútbol. No. A Iker y a Eneko, el aita se los subía al monte. Nadie sabe si, de haber pasado las tardes en Mendizorroza en lugar de en el Pirineo, estos dos vitorianos hubieran acabado triunfando, pongamos por caso, en el Real Madrid. Pero da por apostar que sí: por su arrojo, por su calidad, por su imaginación, los hermanos Pou han acabado subiendo alto en la montaña. Hasta lo más alto.

Hay quien dice, de hecho, que Iker y Eneko son los mejores del mundo. «Eso no hay que tomárselo muy a pecho», ríe Iker de camino a Calahorra, donde ayer enseñaron parte de sus últimos proyectos. «Estamos a un buen nivel, bastante arriba. Pero a veces tienes un buen año, y otras lo tienen otros».

Y sí, el 2009 ha sido un buen año para los Pou. Un año duro, un año de atreverse, de estar cerca del fracaso y de, al final, conseguir el éxito: y qué éxito. Los vitorianos abrieron a lo largo del verano una vía casi imposible, colgada en una montaña mítica (el Naranjo de Bulnes, o Picu Urriellu en asturiano). La llamaron 'Orbayu', en homenaje a la fina lluvia que tan difícil hace todo en esa pared.

Todo lo más duro

'Orbayu', abierta a lo largo de todo el verano y finalmente completada el 3 de septiembre (y a la primera) es sencillamente la vía de escalada de grandes paredes más difícil que jamás se ha hecho. La escalada mide la dificultad según una gradación muy precisa de números y letras. A partir del 6, la cosa es difícil. El 7a es muy difícil, el 7c extremadamente complicado. El 8 sólo es para extraterrestres, para alienígenas de las paredes.

'Orbayu' es un 9a.

«Siempre queremos superarnos a nosotros mismos», dice Iker. «Ir cada año un poco más allá, hasta que se pueda. Que algún día dejará de poderse».

Ese afán les ha llevado a escalar las paredes más duras del mundo en cinco continentes, pero sin embargo eligieron para su hazaña más resonante una pared que es «casi como de la familia. Todos los años vamos al Picu, desde muy pequeños».

Y en esa pared, tantas veces hoyada por tanta gente, ellos vieron una vía imposible, uniendo vías antiguas por lugares que a todo el mundo le parecían imposibles. «Hace falta creatividad; la pared siempre ha estado ahí, pero hace falta tener algo de cabezonería, de estar convencido de que va a salir algo tan difícil».

Era un riesgo, sin embargo. Un escalador profesional vive de sus patrocinadores, de conseguir hazañas que resuenen, que pongan su nombre en las webs y las revistas especializadas. Y los Pou sacrificaban un año sin salir de expedición a las montañas más famosas. Se quedaban en un pico, su Picu, aún desconocido para los grandes escaladores del mundo. «Sí, parece que España está en el culo el mundo», dice Iker. «Pero nosotros estábamos convencidos de que una vía de ese nivel podía salir del Picu».

Las primeras semanas «no lo teníamos muy claro». Mientras probaban y equipaban la ruta, hubo momentos muy malos. Es una ruta en la que las caídas potenciales pueden ser de 25 metros, en la que más de una vez el escalador está colgado de una única falange de un dedo. «En esos momentos no se piensa nada. Si tienes miedo, si piensas que te vas a caer, no te subes. Y siempre intentas minimizar el riesgo. Está ahí, pero...».

Pero se sube. Ahora, 'Orbayu' es un nombre famoso en el mundo de la escalada, en webs, revistas y (pronto) películas. El de Pou también lo es: en lo más alto.

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