Borrar
El gran día de Paco
naturhouse 30 cuenca 29

El gran día de Paco

El Naturhouse saca adelante un partido heroico con un gol de López en el último segundo

PABLO çALVAREZ | LOGROÑO

Miércoles, 11 de noviembre 2009, 10:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Naturhouse salió de su partido 100 mucho mas rico de lo que entró. Con dos puntos más, que apenas se los podía creer hace cinco días. Con un golpe de autoestima, tras vencer a un muy buen equipo en la lucha particular por la Copa. Con carrerilla mental suficiente como para, ahora, pegarse en Europa. Y con otra cosa: con un nuevo ídolo para la grada del Palacio.

Paco López, se llama. «Paaaco, Paaaco» cantaba la grada, a punto de caerse. No se oía nada igual desde que Havard Tvedten dejó Logroño. Y aunque Paco no sea noruego, ni extremo, ni rubio (ni tampoco moreno), al Palacio de dio igual. Ha elegido a Paco como ídolo, y ahí se quedará.

Se lo merece, claro. Todo el equipo, de hecho, hizo ayer un partido de nota alta. Ante un Cuenca muy bueno, repleto de jugadores de gran nivel, los riojanos aprovecharon hasta el último gramo de sus recursos para superar a un rival que ahora mismo, al menos sobre el papel, es superior.

A toda marcha

El Naturhouse salió a toda pastilla, apoyado en una defensa sencillamente magnífica. A Cuenca le costó 6 minutos anotar, y no iba a ser su última sequía: en el ataque estático, los conquenses dependían de alguna genialidad del maravilloso zurdo Paván o de alguna otra de Diego Pérez Marne, que ayer recordó al de las mejores tardes con la camiseta franjivino. Y eso, por no olvidar al polaco Dawid Nilsson, tremendo en la primera mitad.

Hubo, así, un 4-0, y un 5-1, antes de que Cuenca empezara a encontrar huecos en la defensa. No es fácil parar mucho tiempo a gente con esos brazos, y así llegó la reacción y el empate (9-9, minuto 19).

A falta de solistas, el Naturhouse tiraba de coro. Vigo, Juárez y Paco López lideraron un nuevo despegue de los riojanos, para llevar el 17-14 al descanso.

La semana pasada, Cuenca iba seis abajo en el descanso y acabó ganando. Era mejor no fiarse, y con razón: porque los rojos salieron del descanso jugando un gran balonmano, con un juego rápido que aprovechaba las pérdidas de un Naturhouse algo deslavazado. En el minuto 8, la cosa estaba 20-22: un 3-8 de parcial que daba muy mala espina.

Cuenca estaba haciendo muy bien las cosas en ataque, pero también en defensa, con agresividad pero sin violencia. Se queja su entrenador, Goran Dzokic, de que les acusen de pegar. Pero ayer gran parte de la culpa de que su equipo se fuera del partido durante 13 minutos de la segunda mitad la tuvieron ellos. Por pegar.

Paván y Grosas se fueron a la calle por dos manotazos muy tontos a la cara de Marc Amargant en 10 metros. Y no fueron los únicos. Pero el caso es que, con un Naturhouse por fin entonado en las superioridades, los locales devolvieron el parcial corregido y aumentado: iba a ser un 7-0 hasta el minuto 21. Y lo que es este Naturhouse: seis jugadores distintos marcaron esos goles, para dejar el 27-22.

La distancia parecía cómoda, y se mantenía: 29-25, minuto 25. Pero entonces el Naturhouse se puso a fallar. Y a fallar de todo, en todas partes. Un penalti, un tiro en seis metros, una contra fácil. Cuenca, que no se creía el regalo, se fue arriba: a falta de 3 segundos, empató tras un 0-4.

Y ahí apareció Paco. En Granollers tuvo el tiro final, y se lo pararon. Ayer no. Ayer la metió, y su equipo ganó. Y el Palacio estalló: Paaco, Paaaco, Paaaaco.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios