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80 millones de barbaridades
LA OPINIÓN

80 millones de barbaridades

JOSÉ MARTÍNEZ GLERA

Miércoles, 21 de octubre 2009, 02:32

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E l mundo del vino pasa por momentos difíciles y lo que menos desean sus protagonistas es escuchar palabras huecas y oportunistas sobre una labor que alcanza la categoría de cultura y de la que viven. Dicen desde el Partido Riojano (Miguel González de Legarra y Ángel de Jaime Baró) que 80 millones de kilos de uva se quedarán sin vendimiar. No son 80 millones, son menos. Se quedan en la cepa o en el suelo porque jamás debieron producirse. Es el gran error. El viticultor conoce la legislación: 6.500 kilogramos de uva tinta por hectárea y 9.000 de uva blanca. Y punto. Me agrada que algunos apuesten por producir el 100% y nada más. Un loable ejercicio de cordura.

El agricultor tiene sus obligaciones, pero también derechos: uno, el que le otorga cultivar viñedos con DOC. Vende sin conocer el precio; vende sin saber si cobrará. Porque más de uno aún no ha ingresado en su cuenta bancaria la cosecha del 2008, pero sí que ha sufragado los gastos, incluido el pago al Consejo por activar su cartilla. No se habrán roto contratos, pero es que muchos no tenían contrato que romper ni cheque que cobrar. Las bodegas no venden sin precio.

Rioja es una región privilegiada, pero no puede caer en excepciones ni vivir de bodegueros que desconocen cuánto cuesta producir uva de calidad y hablan de pagar a 30 ó 36 céntimos el kilogramo. Un insulto. Por eso, si se apuesta por la calidad de nuestras uvas también es necesaria una calidad de precios. Y las bodegas deben entenderlo, fomentarlo y asumirlo. Para exigir hay que pagar. No se pueden valorar en 8 euros una cántara y venderla dos años después por más de 20. Incluso más, ya que se habla de que la cosecha podría ser muy buena o excelente. ¿Cómo puede valer el kilo de uva excelente 30 o 60 céntimos, como se ha cerrado alguna operación? Algo no cuadra. Sobra oferta en el mercado.

Y para rematar su discurso propone el PR que esos supuestos 80 millones de kilos se saquen al mercado para venderlos sin denominación, pero bajo control del Consejo. Inaudito. No hay suficiente competencia en el mercado para que Rioja sin DOC se pegue con Rioja DOC. Rioja necesita afianzar su apuesta por la calidad, por la apertura de nuevos mercados y por la consolidación de los existentes. Lo que no demanda es un aumento de la oferta. La saturación lleva a una bajada de precios. Quizá a corto plazo se salve la económica doméstica, pero a medio es certificar una defunción. Es evidente que Legarra no sabe lo que cuesta vender una botella.

Para que lo entienda. Varias cosechas de baja producción y de alta calidad harán que la demanda crezca y Rioja se revalorice. Lo que propone el PR sólo lleva a la destrucción. Producir esos 80 millones han afectado negativamente a la calidad del resto de la cosecha. Vender esos 60 millones de litros sería una locura y supondría una pérdida económica aún mayor. Lo que me sorprende es que Baró permita que desde su partido se digan tales barbaridades.

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