Borrar
Nacidos el 4 de septiembre
REGIÓN

Nacidos el 4 de septiembre

Nacho y Cristina son una pareja de Logroño; ambos nacieron un 4 de septiembre. Hace poco han sido padres por primera vez y la casualidad ha querido que su hija haya venido al mundo en la misma fecha

C. NEVOT

Viernes, 18 de septiembre 2009, 02:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un 4 de septiembre, bajo el signo de Virgo, nacieron, entre otros, el famoso poeta, novelista y político francés François-René de Chateaubriand. Y más próximo a nuestros tiempos, ese mismo día, pero del año 1981, vio la luz la actriz y cantante estadounidense Beyonce.

Pero para Nacho y Cristina este día tiene una connotación especial. Tanto él como ella nacieron esa misma fecha, con un año de diferencia. Hace unos días han sido padres y la casualidad ha querido que su hija también se haya suscrito al 4 de septiembre.

La pequeña Lorena, que todavía no ha cumplido un mes de vida, nació el pasado 4 de septiembre a las 15.50 horas. Una hermosa criatura que pesó 3,460 kilogramos. El mismo día del nacimiento, sus padres celebraban sus respectivos cumpleaños. Cristina cumplió 36 y su marido, Nacho, 37.

En realidad, la venida al mundo de Lorena estaba prevista para el 25 de agosto, pero en el último paso de la primeriza madre por 'correas' le comentaron que si el parto se retrasaba «como mucho, esperaban diez días para provocarlo», comenta Cristina. Hicieron los cálculos y entonces ya se percataron de que de no producirse el alumbramiento, la primogénita nacería el 4 de septiembre, como lo habían hecho sus padres. Y así fue. Lorena vio la luz a las 15.50 horas. «Ha sido el mejor regalo de cumpleaños que nos hemos hecho entre mi marido y yo», comenta Cristina.

A partir de ahora «ya le he dicho a mi marido que hemos dejado de cumplir años», comenta la madre, porque «ahora ella tiene todo el protagonismo y estamos encantados». Aunque, en realidad, éste tampoco lo celebraron de la forma habitual. Asegura que entraban sus familiares y amigos a la habitación del hospital a darles la enhorabuena; «nadie para felicitarnos, sólo al cabo de media hora de estar en la habitación del hospital, se acordaban y nos felicitaban».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios