Zapatero asegura que una mayoría apoya el incremento fiscal por solidaridad

José Luis Rodríguez Zapatero está convencido de que los españoles respaldan la subida de impuestos que prepara para 2010. El presidente del Gobierno aseguró ayer ante el pleno del Senado que «hay una mayoría de ciudadanos solidarios que están dispuestos a hacer un pequeño esfuerzo» y asumir dicho incremento fiscal para garantizar la protección social de los más vulnerables, entre los que citó a los parados, dependientes y perceptores de rentas más bajas, mientras dure la recesión.

La sesión de control al Ejecutivo acogió un debate agrio entre Rodríguez Zapatero y el portavoz del Partido Popular, Pío García Escudero, que le preguntó con sorna cuántos puestos de trabajo pretende generar con el futuro aumento tributario. El senador popular también le reprochó haber calificado en el pasado de «desaceleración» una crisis económica que ha derivado en la peor recesión de los últimos cincuenta años.

El enfrentamiento verbal entre ambos políticos estuvo a punto de pasar a mayores cuando, en la misma línea, García Escudero le echó en cara haber calificado en su día de «accidente» el atentado perpetrado por ETA en diciembre de 2006 contra la T-4 de Barajas. «Muy mal debe de andar de argumentos para este debate cuando ha tenido que recurrir al atentado de la T-4», le contestó el presidente del Gobierno, tras recriminarle su «falta de estilo».

Antes, Rodríguez Zapatero había contestado al dirigente del PP que su Gobierno ha aplicado durante toda esta crisis una política encaminada a lograr dos objetivos: «mantener al máximo la cohesión social» y «paliar el frenazo de la inversión privada con un aumento considerable de la inversión pública», al objeto de estimular la demanda y perder la menor cantidad de empleos. Para seguir en esa senda y mantener la protección social, reiteró que el Gobierno tiene ahora «la necesidad» de «pedir un esfuerzo moderado y temporal» a los contribuyentes.

Millones de parados

El senador popular aseguró que la política económica del Ejecutivo es «errática» y subrayó que «más impuestos es igual a menos consumo, igual a menos ahorro, igual a destrucción de empresas, igual a más paro». García Escudero echó mano de las últimas previsiones económicas de organismos internacionales que auguran a España un período de recesión más largo que la mayoría de sus socios europeos. «El año que viene nos vamos a ver con cinco millones de parados y un 12% de déficit», vaticinó. En ese sentido, pidió al presidente que «explique» a pensionistas, 'mileuristas', desempleados y ahorradores «que la subida del IVA no les va a afectar».

Rodríguez Zapatero le recordó que la actual presión fiscal es del 32,8% del PIB, un 1,7% inferior al 34,5% en vigor en 2004, cuando gobernaba José María Aznar. Asimismo, recalcó que tras su llegada a La Moncloa bajó cinco puntos el impuesto de Sociedades, eliminó el de Patrimonio e impulsó una rebaja del IRPF por 9.000 millones. Además, señaló las subidas acumuladas «del 30%» en pensiones mínimas, los pagos de 200 euros a los jóvenes que viven de alquiler, las nuevas ayudas a la dependencia y a los parados. «A ustedes les suena tan extraño porque no saben nada de solidaridad y nunca han hecho una política de solidaridad», apostilló.

El PP no fue la única voz crítica con el Gobierno. La asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) avisó de que subir los impuestos al consumo «podría suponer un incremento del fraude». Estos profesionales evocaron la experiencia de 1993, también en plena crisis, cuando el incremento del IVA no mejoró la recaudación y potenció la evasión fiscal.