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«No soy como el PP, que cuando gobierna en otras administraciones da vaselina»
TOMÁS SANTOS ALCALDE DE LOGROÑO

«No soy como el PP, que cuando gobierna en otras administraciones da vaselina»

El alcalde hace un balance positivo de los dos primeros años de mandato, con una apuesta por la cohesión social

M. SCHMITT

Lunes, 20 de julio 2009, 11:16

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Ya han pasado 730 días desde que Tomás Santos (Logroño, 1950) asumió la Alcaldía de Logroño, «dos años muy intensos pero también muy gratificantes, que ha llevado al equipo de Gobierno a hacer su impronta en la ciudad». En este sentido, el primer edil subraya una mayor apuesta por la cohesión social, una mayor participación ciudadana y respeto a los vecinos, con la puesta en marcha de infraestructuras, de obras y de actuaciones «muy importantes». Entre ellas, destaca el soterramiento, el palacio de Monasterio, el Centro de Cultura del Rioja o la biblioteca Gonzalo de Berceo, entre otros.

- Ha habido una apuesta por los temas sociales, que quizá no aporten un rédito político inmediato.

- Lleva razón, pero te da la satisfacción moral del deber cumplido con los ciudadanos. Decía Carlos Fuentes que las instituciones públicas no sirven de nada si no se utilizan para aminorar las diferencias sociales de los ciudadanos. Me lo creo. No obstante, hemos hecho muchas cosas que se ven.

- El Plan E ha sido un espaldarazo en época de crisis, ¿no?

- Ha sido un empujón extraordinario para el desarrollo de la ciudad, que ha permitido muchas cosas. Son 40 proyectos, 50 actuaciones, cerca de 26 millones de euros destinados por el Gobierno de España. Ha sido un plan equilibrado, justo y para nada sectario en su aplicación porque se dieron 8.000 millones para todos los ayuntamientos, repartidos proporcionalmente al número de habitantes, un empujón definitivo.

- De todos los logros que destaca, ¿cuál es el que más orgullo despierta en el alcalde?

- Hay un macroproyecto que conseguimos encauzar, llevar adelante y ahora es una feliz realidad, que es el soterramiento del ferrocarril. Han sido muchas reuniones, sesiones de trabajo, estar encima de la gente de Madrid y afortunadamente, y no quiero ser sectario, las tres administraciones nos tenemos que felicitar por lo conseguido porque el soterramiento es imparable. Tiene todos los sacramentos para que sea una realidad.

- También ha habido frustraciones. ¿Cuáles cree que son?

- Que la situación económica no permite poner en marcha los planes de vivienda; que genera desamparo en algunos sectores de la población; que tenemos una oposición nada leal con el compromiso municipal. Lo siento, pero lo tengo que decir: el PP, en concreto su portavoz (Cuca Gamarra), está actuando como portavoz del Gobierno regional. Otra de las decepciones es ver actuaciones de la Comunidad Autónoma que no han contado con el Ayuntamiento, como la ecociudad o las pegas con la aprobación de los sectores.

Maridaje entre gobiernos

- ¿Ese roce constante causa algún desgaste en el alcalde?

- Sin ningún género de dudas. Pero es un desgaste que se lleva con empuje y con ganas de limar cada día las asperezas. El roce entre administraciones genera desgaste en cualquier persona de bien y no es positivo para nadie. Cuando se produce maridaje entre las administraciones públicas se beneficia el ciudadano de a pie, como en el soterramiento, Cultural Rioja o distintos convenios. La ecociudad no tiene ningún sentido en ese sitio. Una tesis ratificada en la exposición que hizo el redactor de la revisión del Plan General, Jesús María Ezquiaga.

- En la presentación del avance estaba el ex alcalde Julio Revuelta, que aunque en distintas circunstancias, su Corporación también chocó con la COTUR.

- Efectivamente. En aquel momento, este equipo de Gobierno -que estaba en la oposición- se alineó junto al alcalde porque creíamos que se estaba atentando contra la autonomía municipal. Algo que no ha hecho Cuca Gamarra con el tema de la ecociudad.

- En estos dos años ha habido tres ocasiones en las que las relaciones con el PR se tensaron: la controversia con el director general de Urbanismo, la estación de tren y una crítica interna por incumplimientos. ¿Cómo están las cosas?

- En estos momentos las relaciones son buenas, razonablemente satisfactorias. El día a día, como cada matrimonio, genera momentos de discusión, que se solucionan sentándonos a hablar y llegando a puntos de encuentro. Cuando reclamaron más cumplimientos de Madrid, este alcalde no se arrugó y salió a exigir públicamente al Gobierno más celeridad en las obras previstas. Y no me tapé; no soy como el PP que cuando gobierna en otra administración da vaselina. Y en honor a la verdad, fuimos recibidos inmediatamente y se agilizaron las cosas. A la estación la tratamos de salvar y demostramos que era mentira lo que Pedro Sanz dijo de que no se podía mantener. Había cinco alternativas diferentes, pero eso tenía un coste altísimo que no podía ser asumible. Con respecto a Javier Martínez Laorden, si el concejal (Miguel Gómez Ijalba) quiere elegir a su director general, está en su derecho. En la misma medida, este alcalde recupera a una persona que merece todos mis respetos y que está al frente de la Dirección General de Infraestructuras, con un ritmo de trabajo y un compromiso extraordinario.

- ¿Le da dolores de cabeza la Fundación Logroño Turismo con todas las denuncias del PP, alguna de ellas en la justicia?

- Recuerdo que tengo la presidencia delegada en Ángel Varea y tengo que creer en mi socio de gobierno. Seré respetuoso con lo que se decida la justicia. Con respecto a que no se enseñan las cuentas, no es verdad.

- En un ordenador se pueden ver los embarcaderos del Ebro. ¿Es el inicio de su ambicioso proyecto?

- Es la continuidad. Empezamos con la limpieza de las orillas; los accesos en El Cubo; el observatorio de aves en La Ribera; el Pozo Cubillas se está ejecutando y quedará precioso; se está llegando a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para recuperar el espacio de la Hípica que come ribera; se ha aprobado el proyecto de la pasarela peatonal de Arenas, y hace dos semanas presentamos el proyecto de los embarcaderos. Es un proceso a varias legislaturas, pero hemos marcado el territorio sin descanso.

- ¿Han hablado con 'El Pasti'?

- Sí, y dijo que está encantado. Creo que sería de justicia que los embarcaderos se llamen 'El Pasti'.

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