Borrar
Mandela, en el concierto celebrado para festejar su 90 cumpleaños. / Archivo
Nelson Mandela, el presidente de la libertad
aniversario

Nelson Mandela, el presidente de la libertad

Se cumplen quince años desde que cambiara el rumbo de la historia en Sudáfrica, al jurar su cargo el primer mandatario negro en tres siglos

ELENA DURÁN |

Domingo, 10 de mayo 2009, 09:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hoy es un día de gloria y esperanza para nuestra naciente libertad. Con estas palabras iniciaba hace quince años Nelson Mandela su discurso de investidura como presidente de Sudáfrica. Mandela (Qunu, 18 de julio de 1918) llegaba a la presidencia de su país tras haber ganado las primeras elecciones multirraciales que se celebraban en 300 años en Sudáfrica y después de haber pasado 27 años en la cárcel por defender la igualdad entre blancos y negros.

Hijo del principal consejero del jefe de la tribu de los xhosa, su padre le preparó para convertirse en jefe de un clan, pero su futuro iría por otro camino. Estudio Derecho y fue en la universidad donde comenzó su actividad política. En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (CNA), covirtiéndose en uno de los principales activistas de las campañas no violentas contra el 'apartheid'.

A mediados del siglo pasado Sudáfrica vivía dividida. Con la llegada al poder del Partido Nacional en 1948 se producen los primeros episodios de segregación racial o 'apartheid'. Se crearon espacios divididos, se prohibieron las relaciones sexuales entre blancos y negros, y éstos últimos estaban obligados a llevar documentos especiales de identidad y tenían prohibida la entrada a los lugares de ocio de los blancos.

En ese contexto, Mandela creó junto a Tambo y Sisulu la Liga Juvenil de CNA, de la que sería presidente, para luchar contra la segregación racial. En 1952 comienza a incumplir las leyes de toque de queda y el acoso al que estaba sometido por parte del Gobierno le obligan a renunciar a sus cargos políticos, aunque los sigue ejerciendo de manera clandestina. La matanza de Shaperville, en la que la policía asesina a 69 negros que protestaban contra la obligatoriedad de llevar pases, llevó a Mandela por primera vez a la cárcel.

Lucha armada

En 1961 Mandela se pasa a la lucha armada para acabar con las injusticias raciales en su país, creando la 'Lanza de la Nación', brazo político del CNA. Tres años más tarde fue acusado de conspiración para derrocar al Gobierno y condenado a cadena perpetua, pero el 11 de febrero de 1990 fue liberado gracias, en buena parte, a la presión popular. Pocos días más tarde era elegido vicepresidente del CNA y un año después se convertía en su presidente. Comenzaba entonces el principio del fin de la opresión de los negros.

El 17 de marzo de 1992 se celebraba un referéndum que daba el 'sí' a la reforma constitucional y el 26 de abril de 1994 tenían lugar las primeras elecciones libres. Ese día 20 millones de sudafricanos ejercieron por primera vez en la historia su derecho al voto y acabaron con 300 años de dominio blanco al otorgar a Nelson Mandela el 62,6% de los sufragios. A partir de entonces, Mandela puso el nombre de Sudáfrica en el mundo al empezar a relacionarse con los líderes de 135 países y pasar a formar parte de Naciones Unidas como miembro de pleno derecho. Pero la vida de Mandela como presidente duraría poco, el 16 de diciembre de 1997 inició su adiós a la política. Dos años después, ya aquejado de un cáncer de próstata, se despidió del parlamento dejando a Thabo Mbeki como nuevo mandatario sudafricano.

La trayectoria de Mandela fue reconocida tanto dentro como fuera de su país, así en 1993 le concedieron el Nobel de la Paz y un año antes se le reconocía con el Príncipe de Asturias de Cooperación internacional. Su vida y su lucha por los derechos de los negros se han convertido en un ejemplo a seguir y paradójicamente el número 46664, el mismo que lo identificaba como preso, se ha convertido en un símbolo de paz. El mismo día de su 90 cumpleaños, la comunidad internacional le regalaba en Londres un concierto benéfico al que asistieron numerosos artistas que llevaba por título esa cifra, ahora convertida en todo un icono de la lucha por conseguir un mundo mejor.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios