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E. PASCUAL
Lunes, 20 de abril 2009, 14:20
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El Alfaro quemó ayer con la derrota ante la Sangonera uno de sus últimos cartuchos por la permanencia en un partido que es reflejo de la temporada que están atravesando los blanquillos, en la que están pagando muy caros los descompuestos arranques.
Como en el inicio del partido de ayer, el Alfaro está arrastrando el déficit de puntos de la primera vuelta y, aunque realimentó sus ilusiones hace tres semanas -al igual que ayer con el empate- las urgencias le pesan y desestabilizan. Pero a pesar de su delicada situación, a pesar de la derrota, el Alfaro sigue estando vivo y haciendo cábalas gracias a que todos los equipos de la parte baja de la tabla volvieron ayer a caer. Y la promoción sigue estando a 5 puntos, con 9 todavía en juego.
El decisivo partido se le puso cuesta arriba desde el principio, sin que tuviera tiempo de plantear su estrategia. Con los dos todavía aclimatándose al campo y al viento ladeado, la Sangonera asestaba primero. Sergio botaba una falta cuyo extraño bote descuadró a Luis Ángel y su despeje quedaba en el área pequeña para que Álex García rematara a placer.
Primer mazazo
El mazazo fue duro y le costó reponerse al Alfaro mientras la Sangonera terminaba de ordenarse. Thaer despertó la banda derecha. En el 11 se fue de dos defensas y colgó un balón al segundo palo al que no llegaba Gerika. Y en el 17, en una falta forzada por Thaer en la frontal, Gerika subía el empate con un golazo: con su zurda, enmarcaba el balón en toda la escuadra.
Con la igualdad en el marcador, el Alfaro retomó su planteamiento. Gerika y César Remón formaban la línea de creación para lanzar a las bandas con Asurmendi y Thaer, mientras Ramos no dejaba de moverse sin balón. Y el Alfaro mandaba. Triangulaba, basculaba y buscaba puerta, como tres disparos consecutivos de Gerika. Apretaba en cada balón a la Sangonera, recuperaba y buscaba las bandas y la frontal. En el 39 Guembe lanzaba un disparo lejano. La respuesta murciana fue una contra que salvó Martín al birlarle el balón a la entrada de Pando.
El inicio de la segunda, en la que entraba Munilla ante la contractura que sufría Cervantes, presentaba al mismo decidido Alfaro. En la primera, Ramos recogía un balón largo, encaraba a Maguregui, pero su disparo raso se estrellaba en el guardameta. En el 3, Guembe buscaba un gol olímpico en una falta sobre la línea que sacó la mano estirada de Maguregui.
Segundo mazazo
Pero el paso de los minutos afectó al Alfaro, que cayó en la ansiedad de las urgencias. Comenzó a perder balones, la Sangonera ganó metros y tomó la iniciativa. Aloisio obligó a la estirada de Luis Ángel a la salida de corner en el 8; Pando cabeceó picado rozando el palo en el 12. Hasta que en el 19, García profundizó por la derecha y puso un buen centro por delante de la defensa que remató Sebas.
El Alfaro ya no supo reaccionar. Maguregui se lució ante otra gran falta de Gerika y nubló sus piernas. De hecho, el Sangonera pudo marcar el tercero. Pero el Alfaro siguió peleando. Como hará mientras le queden opciones.
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