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Goñi III y Martínez de Irujo celebran su victoria. /EL DIARIO VASCO
Escapada y chapela
PELOTA

Escapada y chapela

Victoria agónica de Irujo y Goñi III en el Campeonato de Parejas sobre Olaizola II y Mendizábal II tras una final con incertidumbre en las postrimerías

NAFARRATE

Lunes, 30 de marzo 2009, 11:14

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Irujo y Goñi III conquistaron ayer la chapela que les consagra como campeones del Campeonato de Parejas 2009 después de ganar la final con apuros a Olaizola II y Mendizábal II por un ajustadísimo 22-21. El último tanto, con saque para Olaizola II fue ganado por Goñi III de escapada. Estaba claro que nadie iba a exponer y que el pelotazo en largo iba a ser la tónica del último tanto en juego. Así las cosas llegó a empalmar el de Zubiri con la suerte de que su pelota fue a morir a un dedo de la chapa. Olaizola II e Irujo esperaban más allá del cuatro. La arrancada del de Goizueta fue infructuosa.

De este modo Irujo y Goñi III repiten el éxito que ya lograran en el 2005. Irujo suma su tercera chapela por parejas, Goñi III se convierte en el zaguero en activo con mejor palmarés igualando a Maíz, con cuatro triunfos, mientras que Olaizola II se suma al club de Unanue y Retegui II, con tres finales perdidas.

El partido creó la ficticia impresión de que iba a ir de calle para Irujo y Goñi III cuando el tanteo anunciaba el 11-17 y el 15-19, pero Olaizola II se armó de valor para rescatar un partido que su zaguero no podía resolver hasta adelantarse con un 20-19. El Atano III de San Sebastián veía que la remontada era posible y que Irujo podía venirse abajo. Pues no. Hubo empate a 20 y aún se fueron arriba con un 20-21 tras anotarse un potente cortadón. Una inocente escapada de Irujo provocó la fatídica igualada, pero Goñi III, ésta vez, anotó con fortuna.

Carga a Mendizábal II

De los 13 tantos ganados por Martínez de Irujo, seis de ellos fueron producto del ataque a la zaga. Acertó el zaguero de Ibero a cruzar y extender la pelota al fondo donde Mendizábal pasó un calvario. Olaizola II estuvo esplendoroso en defensa. Achicó e irritó a Irujo con sus devoluciones y no se quedó atrás con sus remates hasta sumar once, pero la fortuna le fue esquiva.

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