Borrar
Cayo Lara cursó esta semana su primera visita a La Rioja. /J. MARÍN
«El Gobierno debe mirar más al rostro de los despedidos que al bolsillo de los banqueros»
CAYO LARA COORDINADOR FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA

«El Gobierno debe mirar más al rostro de los despedidos que al bolsillo de los banqueros»

El líder de IU ve en la crisis una oportunidad para generar «políticas de izquierda» que permitan crear «un socialismo del siglo XXI»

V. SOTO

Domingo, 29 de marzo 2009, 14:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Sobre el nuevo coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, recae la responsabilidad de enderezar el rumbo de una fuerza minada por los malos resultados y las luchas internas. Lara no responde al perfil convencional de político. Curtido en el campo y en la lucha sindical, tiene ese poso de hombre pegado a la tierra, con un discurso hilvanado y sencillo, pero no simple. Maneja datos, le gusta tirar de ejemplos y buena parte de su discurso se basa en acabar con la crisis sin que dañe a los trabajadores. Una difícil tarea en cuya solución basa el resurgir de IU.

- IU sale de su Asamblea con un proyecto que parece común a la espera de europeas. ¿Es una unión real o existe el temor de separación?

- No tengo ese temor. Se ha definido un proyecto en un momento en el que la crisis fija nuestra atención, crisis debida a la actual contradicción entre trabajo y capital. Sin obviar el tema ambiental. No preveo divisiones internas, aunque sí opiniones diversas. Hay voluntad decidida de converger en las distintas sensibilidades.

- Trabajo, capital... ¿vuelve Marx?

- Marx definió perfectamente el capital y la crisis que iba a sufrir el sistema capitalista porque su propia génesis es la ambición de ocupar espacios de poder sin límites, una ambición desmesurada que genera problemas cíclicos. Nos encontramos en una crisis muy profunda, de civilización, que resulta insostenible. La libre economía de mercado, el neoliberalismo, que engañó a mucha gente con ese capitalismo compasivo que generaba mucha riqueza y distribuía un poco, es mentira.

- ¿Qué se puede hacer?

- No hay que mirar el pasado, sino buscar un modelo distinto de desarrollo. El Estado debe intervenir directamente en la economía y en la política para apoyar a la gente con más problemas y que sufre las consecuencias del sistema capitalista depredador. Lo que Marx dijo vuelve a retomar fuerza para buscar una alternativa diferente. Ése es el reto de mucha gente de izquierda y de otra gente, instalada en el sistema capitalista, que se ha dado cuenta de que su propio sistema le está haciendo mucho daño.

- ¿La crisis puede ser positiva para el crecimiento de IU?

- IU no es un fin en sí mismo, sino un instrumento de la sociedad. Los análisis que veníamos haciendo hoy son realidad y mucha gente que no los veía ayer, ahora sí. Por eso van a aliarse con IU para generar una línea de pensamiento distinta. Por eso preveo que vamos a crecer electoralmente.

- A la espera de las Europeas, los resultados de Ezker Batua fueron muy malos. Parece que participar en el Gobierno junto a los nacionalista no ha funcionado. ¿Se arrepienten?

- Ezker Batua diseña sus alianzas y estrategias. Pero en el análisis se percibe que ha existido un castigo al tripartito. Nosotros hemos llevado a cabo una política de vivienda referencia en España, pero se nos ha castigado. EB ha hecho una buena campaña con un discurso nítido, pero no ha encontrado credibilidad en el electorado de izquierdas porque se ha formado parte de un gobierno nacionalista. Pero no nos han votado en función de la actividad gubernamental, que ha sido buena, sino como castigo.

- Castigo por aliarse con ese discurso nacionalista...

- Desde una parte importante de la izquierda española no se veía bien el apoyo al PNV, aunque éste sí puede apoyar al PSOE en Madrid o el PSOE y el PP pueden unirse en Euskadi, algo esquizofrénico. Nuestra sorpresa es que parte del electorado se ha ido al PSOE, buscando un referente estatal. Eso nos debe hacer repensar nuestra situación y revisar el papel en Euskadi.

- Algunas de sus soluciones a la crisis parecen de otro tiempo, como la nacionalización bancaria.

- Irónicamente, la nacionalización de la banca la ha planteado Bush. Los banqueros y la derecha mundial deciden que hay que nacionalizar y poner recursos públicos para sanear la situación de deterioro financiero que han provocado ellos mismos. Una vez saneada, que se vuelva a la situación anterior. Nosotros proponemos una banca pública que garantice la inversión en economía productiva y no especulativa. En España no se tenía que haber prescindido nunca de Argentaria, del Banco de Crédito Industrial... Con una banca pública potente, probablemente no hubieran pasado determinadas aventuras de la banca privada. La nacionalización no sólo no es anticuado, sino que es moderna.

- Desde hace tiempo se madura la propuesta de una huelga general. ¿Cuál es la posición de IU?

- Apoyaríamos cualquier huelga general si la convocaran los sindicatos. Lo que pasa es que los sindicatos están en la fase de movilización. Pero entendemos que, con la situación actual hay que forzar la huelga general. No contra los patronos, sino contra los que se han estado forrando durante estos años y para exigir un giro hacia políticas sociales. Que el Gobierno mire más el rostro de los trabajadores despedidos que el bolsillo de los banqueros.

- ¿Qué van a proponer al Gobierno para acabar con la crisis?

- Intervención pública en la economía, planificación democrática, rescate de sectores estratégicos, evitar la privatización de servicios públicos... Volver al estado, después de la enajenación realizada por PP y PSOE. Además, por supuesto, de una política fiscal progresiva.

- ¿Un cambio radical de políticas?

- Con lo que se ha llevado a cabo en los últimos tiempos, sí sería radical. Pero lo pone en la Constitución, reglado en al Título Séptimo y en el Artículo 31, que habla de la fiscalidad progresiva. Con la Constitución podemos hacer el socialismo del siglo XXI. Es muy importante que lo conozca la gente. Parece que nuestro discurso está en Marte, pero sólo nos basamos en la Constitución.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios