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El modelo de farola 'fernandino' impera en El Espolón logroñés, en fundición de hierro y con dos faroles artísticos en oposición. /J. RODRÍGUEZ
Luz y diseño
LOGROÑO

Luz y diseño

Las 16.000 farolas de Logroño se agrupan en una docena de modelos, que tienden al ahorro, a evitar la polución lumínica y a unificar su estética en función de los barrios

E. ESPINOSA

Domingo, 1 de febrero 2009, 13:04

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Unas 16.000 farolas iluminan la capital riojana. Y lo hacen desplegando una amplia variedad de modelos, que abarcan desde el clasicismo de la farola tipo fernandino (en El Espolón y La Glorieta) hasta la línea industrial (Vara de Rey) o la estética más vanguardista (General Espartero).

Pero esta diversidad, con resultar atractiva a la vista, en la práctica complica el almacenaje del gran volumen de piezas que se precisan para el mantenimiento de semejante heterogeneidad de luminarias. Por eso, el concejal de Infraestructuras Viarias, Domingo Dorado, baraja la opción de unificar de alguna manera el tipo de farolas que en lo sucesivo se instalen en la ciudad, especialmente en las calles que tejen su entramado viario, ya que las destinadas a plazas o zonas peatonales responden al criterio de los arquitectos que diseñan estos espacios. De hecho, comenta, «en Yagüe se va poniendo un mismo modelo denominado 'Europa' y en La Cava se ha colocado el denominado 'i latina'».

Al margen del diseño, desde hace unos años también se mira la eficiencia energética, es decir, mejor iluminación con menor potencia, y se trata de evitar la polución luminosa. Esto último lleva a dirigir la luz de las farolas hacia abajo, hacia la calle, «y eso hace que a veces tengamos problemas (como ocurrió en María Teresa Gil de Gárate) porque la parte más alta de las fachadas permanece en penumbra y da la sensación de que la calle está falta de iluminación», reconoce Dorado.

Clasicismo y vanguardia

El modelo más común en la capital riojana es la farola de viales (en Vara de Rey), una estilizada columna de chapa de acero ligeramente curvada en la parte más alta, y rematada por una especie de visera. Su extendido uso se debe a su buena relación calidad-precio, si bien los soportes con más de 25 años deben renovarse ya que presentan graves oxidaciones en la parte baja, lo que hace peligrar su estabilidad.

La estética más clásica asoma en las luminarias tipo fernandino (El Espolón y La Glorieta) y tipo 'leones' (Marqués de Vallejo), ambos en fundición de hierro. El modelo más vanguardista acaba de estrenarse en la calle General Espartero, coincidiendo con sus actuales obras de peatonalización. En los próximos días se instalarán farolas 'Logroño' en el último tramo de la calle Villamediana, similares al del resto de esta vía.

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