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Momento de la entrevista entre el 'lehendakari' Ibarretxe y el dirigente de Batasuna, Arnaldo Otegi, hace dos años. / R. C.
El juicio por reunirse con Batasuna condiciona las elecciones vascas
ESPAÑA

El juicio por reunirse con Batasuna condiciona las elecciones vascas

y Patxi López por sus encuentros con líderes de la coalición ilegalizada

ANTONIO SANTOS

Domingo, 4 de enero 2009, 02:03

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La histórica fotografía de un 'lehendakari' y del líder de la oposición vasca sentados en el banquillo de los acusados tendrá lugar alrededor de las 9.30 horas del próximo jueves. El 8 de enero es la fecha elegida por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para abrir el juicio contra Juan José Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares por las reuniones que mantuvieron en 2006 con dos delegaciones de Batasuna, encabezadas por Arnaldo Otegi, también procesado junto a los responsables de la coalición 'abertzale' Pernando Barrena, Rufi Etxeberria, Juan Joxe Petrikorena y Olatz Dañobeitia. Sobre la mesa, la acusación de haber cometido un presunto delito de desobediencia para los cinco integrantes de la izquierda 'abertzale' -por haber vulnerado la sentencia de ilegalización del partido que dictó el Tribunal Supremo en 2003- y la imputación para el representante peneuvista y los dos socialistas de haberse convertido en «cooperadores necesarios» para la comisión de esos delitos. La acusación popular, ejercida por el Foro de Ermua y el colectivo Dignidad y Justicia, sostiene que sin estos tres políticos los dirigentes de Batasuna no podrían haber celebrado ninguna de esas tres reuniones «ilícitas» (dos de ellas con el 'lehendakari').

La vista oral pondrá fin a casi tres años de andadura procesal en el Tribunal Superior vasco. El encuentro que motivó la primera denuncia se remonta a abril de 2006, cuando el jefe del Ejecutivo autónomo recibió en Ajuria Enea a una representación de la izquierda 'abertzale' dentro de una ronda con todos los partidos vascos para analizar la declaración por parte de ETA de un alto el fuego permanente. El actual escenario político nada tiene que ver con el de entonces. Fracasado el proceso de paz con la bomba de la T-4 de Barajas hace dos años y con la organización terrorista en activo, las elecciones autonómicas marcan ahora todo el panorama político, justo en el momento en que las encuestas dan opciones al candidato del PSE-EE de alcanzar la presidencia del Ejecutivo vasco.

Estrategias

El enjuiciamiento de Ibarretxe y López, los dos máximos aspirantes a liderar el Gobierno vasco, condicionará las estrategias de unos y otros. Los tres magistrados que presidirán la sala -Manuel Díaz de Rábago, Antón Subinas y Juan Carlos Benito-Butrón- han reservado del 8 al 29 de este mes para la celebración de la vista oral, aunque confían en completar las sesiones el jueves 22. En medios judiciales no se espera que haya una sentencia redactada hasta un mes después de la conclusión del juicio. Estos cálculos hacen prever que el escrito de condena o absolución se dará a conocer a mediados o finales de febrero, en plena vorágine electoral. Sólo cabría una posibilidad de que la resolución judicial no se revele antes de la cita con las urnas: que los tres jueces acordaran no facilitarla hasta después de los comicios como ya hiciera el Tribunal Supremo ante las elecciones municipales y forales de 2007.

Sea como fuere, la terna enjuiciadora tendrá ante sí los cientos de folios acumulados durante casi dos años de instrucción a cargo del magistrado Roberto Sáiz y deberá atender a las explicaciones que en la sala de juicios ofrezcan los más de medio centenar de testigos llamados por las partes, la mayoría a petición de la defensa de Ibarretxe. El abogado del PSE no ha solicitado ningún testimonio que respalde sus argumentos jurídicos.

Fuentes judiciales aseguran que la vista oral transitará por las estrategias que unos y otros han venido desarrollando desde 2006. «No es fácil inventar argumentos nuevos a estas alturas», coincidían esta semana varios de los implicados en el procedimiento penal. La postura de la acusación popular de Foro Ermua y Dignidad y Justicia, ejercida por Fernando García-Capelo y Daniel Portero, respectivamente, es clara: sostendrán que los ocho imputados tenían constancia de que sus respectivos encuentros contravenían la ilegalización aplicada a Batasuna por formar parte del entramado de ETA. Para ello aportarán como prueba las intervenciones de Ibarretxe y López en las que aludían a esas citas. Sobre todo recalcarán cómo el 'lehendakari' llegó a presumir en el Parlamento vasco de reunirse con Batasuna y a sostener que «lo volvería a hacer» cuantas veces fuera necesario.

Las defensas también seguirán una línea muy similar, aunque con diferentes matices. Todos sostendrán que no existía una orden previa que prohibiera esas citas y que los encuentros se convocaron en un periodo de tregua de ETA y con el objetivo de favorecer la desaparición de la violencia terrorista. En esta línea, el letrado que representa a López y Ares, Félix Rojo, subrayará que, en su caso, la reunión que los socialistas y Batasuna llevaron a cabo el 6 de junio de 2006 en un hotel de San Sebastián contaba con el aval del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que el día antes había emitido un escrito en el que decía no apreciar en esa cita «ningún» indicio delictivo.

El letrado del 'lehendakari', Mikel Casas, mantendrá que su defendido se reunió con representantes de Batasuna dentro de sus atribuciones políticas como jefe del Ejecutivo vasco. Casa aducirá que no se puede condenar a Ibarretxe por unos hechos que son similares a los que ya juzgó el Supremo a finales de 2006 por una denuncia de Manos Limpias contra el presidente Rodríguez Zapatero, por haber autorizado la reunión entre el PSE y Batasuna. El alto tribunal exculpó entonces a Zapatero y sus ministros.

La apuesta del equipo de Jone Goirizelaia, que representa a Otegi y a los otros cuatro dirigentes de Batasuna, será la de sostener que ninguno cometió un acto de desobediencia porque los cinco participaron en las reuniones a título individual, no como partido. «Batasuna está proscrita, pero la izquierda 'abertzale', como ideología, no se puede prohibir», vendrá a decir la defensa de la coalición.

El jueves comienza la vista oral contra Ibarretxe

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