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El capitán nacional, Iker Casillas, levanta el trofeo de campeones de Europa. /AP
España concluye en Viena su larga travesía por el desierto y se proclama campeona de Europa
eurocopa 2008 | la final

España concluye en Viena su larga travesía por el desierto y se proclama campeona de Europa

La selección ha coronado su sueño venciendo merecidamente a Alemania por 1-0, y volviendo a alzar el cetro continental 44 años después

REDACCIÓN |

Lunes, 30 de junio 2008, 03:15

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España ha tumbado definitivamente sus miedos y complejos históricos y ha obtenido el premio que merecía el sensacional fútbol que ha desplegado en esta Eurocopa 2008: el máximo título continental. Un triunfo inapelable, un corto pero suficiente 1-0 logrado en Viena frente a la poderosísima Alemania. El trofeo, levantado por Iker Casillas, ha representado el sueño de la Selección y los españoles. 44 años después, España es de nuevo campeona de Europa.

Ha sido el triunfo de un grupo perfectamente dirigido por Luis Aragonés, un equipo sin los complejos de antaño que ha creído en sí mismo, que ha practicado el mejor juego de la Eurocopa, que ha sabido sufrir y apoyarse en los momentos difíciles y que, en definitiva, ha sido el mejor. Ahora, fiesta histórica.

El marcador, además, ha propiciado que frente a los siempre irreductibles alemanes la emoción se mantuviera viva hasta el tiempo de descuento. Porque a pesar de pegar una vez en el palo y sumar varias oportunidades claras más, el único tanto ha sido de Fernando Torres, cuyo derroche de energía ha sido envidiable durante todo el encuentro. Como el de el resto de sus compañeros.

La 'roja' impone su ley

La primera parte ha comenzado, sin embargo, titubeante para los dirigidos por Luis Aragonés. Se esperaba lo contrario, pero Alemania ha salido dominando la pelota, y llegando con peligro. Ya en el minuto 3 Puyol le ha estorbado lo justo a Klose para que no pudiese chutar a puerta, y poco después un centro chut de Ballack ha pasado inquietantemente cerca de la portería.

Sin embargo, el espejismo ha durado un cuarto de hora. España ha comenzado saliendo bien al contragolpe, con un fantástico pase oblicuo de Xavi que Iniesta ha centrado tras recortar; el balón le ha dado a un zaguero teutón y ha estado a punto de convertirse en autogol, pero el portero Lehman ha tirado de reflejos para abortar el peligro. No mucho después, un centro de Sergio Ramos ha significado el preludio de Torres, que ha cabeceado al poste. El rechace lo ha tirado Capdevila fuera, también por poco.

Y, mediada la primera mitad, y tras una volea-susto de Ballack desde dentro del área -la pelota le ha dado a ramos en el cuerpo, aunque los alemanes pedían penalti-, la Selección ha reencontrado definitivamente su estilo habitual de toque, y cada vez llegaba más.

Y lo que se esperaba ha terminado sucediendo: pase en largo de Xavi a Torres, que le ha ganado por velocidad a los enormes pero lentos centrales germanos y ha superado a Lehman picando suavemente el balón. Alegría desbordante que ha podido ser mayor enseguida, cuando el 2-0 se ha mascado en un centro de Iniesta al otro lado del área, con volea alta de Silva cuando lo tenía todo a favor.

Cita con la historia

En la segunda parte se esperaba el arreón de Alemania, y llegó, pero con más intención que fútbol. Realmente, Iker Casillas no ha tenido verdadero trabajo en todo el encuentro. Lehmann, bastante más. La única reseñable de los germanos en el segundo período ha sido un lanzamiento ligeramente desviado de Ballack.

La Selección se ha adaptado a su nuevo papel de sacar el balón jugado al contragolpe, y ha rozado el gol tanto de esa forma como a balón parado. Por ejemplo en un disparo de Silva que Sergio Ramos a punto ha estado de taconear a puerta. También ha sido protagonista de un gran testarazo a saque de falta de Xavi, desviado por Lehmann, que poco después ha tenido que intervenir en dos seguidas de Iniesta.

En el último cuarto de hora a los alemanes les han ido fallando las fuerzas, y el pie volador de Senna se ha quedado a un centímetro de sellar el 2-0 tras enorme combinación entre Cazorla y Güiza. Pero el 1-0 ha bastado. Aragonés, Casillas, Ramos, Marchena, Xavi, Senna, Iniesta, Villa, Cesc, Torres... y todos los demás, nombres para la leyenda.

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