Borrar
SOCIEDAD

Son pura fantasía

Los cocineros riojanos Toño Alcalá, Víctor Taboada Pedro Masip y Diego Carasa diseñan cuatro bocatas versatilidad y lo sencillo de este formato gastronómico especiales para Diario LA RIOJA y coinciden en la

PABLO G. MANCHA

Domingo, 9 de marzo 2008, 02:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Somos unos zampabollos», reconoce sin ambages Diego Carasa, chef del Comedor Kabanova, mientras relata los ingredientes de su bocata de parrillada, en el que se dan cita la careta de cerdo y el chorizo fresco, el humo de los sarmientos, tomate y unas briznas de sal gruesa.

Y es que en el mundo de los bocatas, bocadillos, piscolabis, sándwiches, trompetas y medianoches no existen los límites en las composiciones gastronómicas. Las reglas, avisan los cocineros, las pone cada uno, el hambre, lo que haya en la despensa y la imaginación de cada cual. Hay espacio para todo; son como una singular ONU de los sabores y por eso conversan sin problemas el chorizo con la nocilla; la rúcula se reta con el magret de pato, el sésamo con la salsa de soja o las uvas refrescan al jamón de york.

Los bocatas son también un recurso para cuando aprieta el hambre, cuando agobia el cansancio o nos sentimos desbordados por la pereza. Y es que tal y como cuenta Víctor Taboada -de la Cuchara de Tabo-, después de «un montón de horas cocinando para los demás me entra una vagancia enorme para hacerme algo. ¿Y qué remedio le pongo al asunto? Pues me voy a un sitio que me encanta a comerme un bocata. Es una debilidad».

A Toño Alcalá, del restaurante Caminante, los bocadillos le recuerdan a su abuela: «Ella decía que sin queso no podían existir. Y llevaba razón, lo que pasa que a mí me disgustaban bastante los bocatas secos, por eso era feliz en Cataluña y descubrir el pan-tomaça me cambió la vida, ya que el pan aparece como mojadito, sabroso, indescriptible».

Pedro Masip, de Casa Masip de Ezcaray, se ha atrevido a recrear un bocata que le seducía a él y a su cuadrilla desde niño (nocilla con chorizo) y lo reinventa ahora con jamón de york aderezado con uvas: «Los bocatas son una de las ventajas de ser niño, como coger la bici y vivir despreocupado».

A petición de Diario LA RIOJA estos cuatro cocineros de la región han elaborado sendos bocadillos en los que han reflejado su personalidad, sus orígenes y sus gustos. Y una de las principales coincidencias de los cuatro es su amor a los bocatas: «Es que no tenemos tiempo para sentarnos -dicen con la boca pequeña- y además somos unos zampabollos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios