Secciones
Servicios
Destacamos
C. VALDERRAMA
Miércoles, 5 de marzo 2008, 02:01
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El río Ebro, los montes Obarenes y el clima de la comarca de Haro y de La Rioja Alta han favorecido que distintas poblaciones a lo largo de la historia hayan habitado en sus laderas. Hay constancia de que ya en la Edad de Bronce, algunos núcleos de población se asentaron en la zona. Siglos de historia en los que se han sucedido pequeñas concentraciones de gente con sus construcciones y sus culturas. Los cambios en la tierra, a través del tiempo, han provocado que muchos restos estén ocultos y otros hayan desaparecido.
Cuando nació 'Paisajes del Vino', que engloba el campo de golf y una urbanización, la empresa conocía la posibilidad de que apareciesen restos arqueológicos y decidió elaborar un estudio para concretar las zonas e intentar integrarlas en el entorno de 'Paisajes del Vino'. Antes, en 1996, el arqueólogo Javier Ceniceros realizó una primera cata en Atamauri para averiguar qué podía haber. La cata se repitió en el 2005 y descubrió que, fruto de la concentración parcelaria, algunos restos habían desaparecido en superficie, aunque no se descartaban bajo tierra.
Espacio libre
El proyecto de 'Paisajes del Vino' comenzó a avanzar y en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana se dedicó un anexo a 'futuros' restos. Las tres principales zonas donde se han encontrado posibles necrópolis y restos de ermitas han sido incluidas dentro del sistema de espacios públicos que se reserva dentro de un proyecto. El gerente de 'Paisajes del Vino', Antonio Aguilar, reconoció que la idea es que el proyecto en su conjunto «contemple la posibilidad también de visitar y conocer los restos arqueológicos». Una vez que finalicen los estudios, tratarán de «conservar todo lo que nos digan, restaurarlo y ponerlo en valor».
El trabajo de estudio e investigación arqueológica se ha divido por zonas. Hoy comienzan los trabajos en el paraje de Atamauri donde han aparecidos restos funerarios. El estudio revelará si se trata de una necrópolis, seguramente medieval, o si son restos aislados, ya que en la zona sur también hay evidencias de una posible ermita.
Los trabajos durarán tres meses y una vez finalizados, comenzará el estudio en la zona de San Pelayo, donde hay restos de un chozo o ermita y de un poblado de la Edad de Bronce, y más tarde en la zona cercana al arroyo de la Culebra, donde también han aparecido tumbas y restos constructivos. En total, nueve meses para encontrar restos, datarlos y conservarlos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.