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Españoles por cracks
I BALONMANO I

Españoles por cracks

PABLO ÁLVAREZ

Sábado, 26 de enero 2008, 01:27

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Son españoles porque son buenos. Más aún: porque son muy buenos. Dos de los mejores jugadores de balonmano del mundo, el lateral Shiarei Rutenka y el portero Arpad Sterbik tienen desde ayer la nacionalidad española. Lo decidió el Consejo de Ministros a través de un Real Decreto, utilizando una potestad especial que le es propia. Así, en atención a su «excelente potencial», y recordando que ambos han sido nombrados mejores jugadores del mundo en alguna ocasión, el Gobierno les concede la nacionalidad española.

La noticia es excelente, sin duda, para el club al que ambos pertenecen, Ciudad Real, que ahora podrá ampliar su ya crecida nomina de jugadorazos sin miedo al tope de extranjeros. Pero también es buena para la selección: ayer ambos jugadores, tras conocer la noticia, lo reconocían. Quieren jugar con España.

Esperar

Aunque probablemente tengan que esperar. Para que un jugador nacionalizado pueda jugar con su nuevo país, debe llevar sin jugar con el antiguo tres años. Rutenka participó con Eslovenia en el Europeo de 2006, así que deberá esperar hasta el año que viene. Sterbik, por su parte, sí podría jugar en las Olimpiadas de Pekín, aunque es complicado que el seleccionador le llame y se deje en casa a Hombrados o a Barrufet, que ya ha anunciado que se despedirá de la roja en China.

La situación de Rutenka y Sterbik no es, por lo demás, nueva para la selección española de balonmano. Antes ha habido casos como el de Rolando Uríos o el jugador del Naturhouse Julio Fis. «No es algo fácil», explicaba ayer Fis. «Son muchos papeles, y mucha espera. Aunque cuando tienes detrás un club como Ciudad Real, es más sencillo».

Para Fis, la llegada de Rutenka y Sterbik puede ser buena para España. «Son tremendos jugadores», afirma. «Además, a España le va a hacer falta un cambio generacional tras los Juegos Olímpicos, y los dos podrán ayudar».

Aunque eso ponga las cosas más difíciles para los otros jugadores del Ciudad Real, club al que pertenece todavía Fis (igual que Belaustegi y Aguirrezabalaga, los otros cedidos). «Eso me da igual. Tengo dos años aquí, y son los que me quedan de contrato allí».

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