Al menos, un punto

El Club Deportivo Logroñés se hizo ayer con un punto de oro en un partido en el que, de haber tenido una segunda parte como la primera, no habrían conseguido nada favorable. El Zamora, por su parte, fue superior durante todo el encuentro, y el Logroñés, gracias a una jugada a balón parado, logró empatar el duelo con un gol de Galiano en el minuto 60, justo después de la expulsión del jugador local Gurrutxaga que había visto la segunda amarilla en el minuto 59.

El Logroñés comenzó el partido muy bien plantado sobre el campo con buen orden defensivo, pero pronto comprobó que tenía ayer enfrente a un rival muy complicado, como lo demostró Loma en el minuto 1, en un remate de cabeza que a punto estuvo de suponer el primer gol. Pero los de Quique Setién demostraban que venían a por todas y que aprovecharían cualquier despiste del contrario, como a punto estuvo de hacer Ubis en el minuto 14, al robar un balón. Pero su avance por la derecha no encontró rematador en la boca de gol.

Replicaría el Zamora en el 18, con un contraataque de libro que culminó Besugo con un disparo desde la derecha, que obligó a estirarse al portero Heras. El partido era de ida y vuelta, y a la posesión del balón zamorana replicaba el Logroñés con peligrosos contraataques, como el que protagonizó Jorge Campos al cogerle la espalda a la defensa del Zamora. Pero el lateral derecho riojano llegó a la línea de fondo y no encontró un compañero para rematar su gran jugada.

Al final, el gol llegó del bando zamorano y fue tras un magnífico centro de Besugo, que remató al fondo de la red el brasileño Tiago, entrando desde atrás con un cabezazo ante el que nada pudo hacer el portero del Logroñés.

El Zamora siguió siendo el dueño del balón en el último cuarto de hora, pero su rival no se descompuso ante el dominio, agobiante por momentos, de los locales, que intentaron sentenciar el partido, pero no fueron capaces de crear peligro ya hasta el descanso.

A por el partido

El entrenador del Logroñés intentó ir a por el partido dando entrada en el campo al poco de comenzar el segundo tiempo a los delanteros Cyril y Tomi, y pareció querer reaccionar el cuadro riojano. Pero el Zamora era otro, y estuvo a punto de sentenciar en dos centros consecutivos de Tiago, que no fueron capaces de rematar ni Besugo ni Torres. Estos dos últimos protagonizarían una nueva ocasión que desbarató el portero riojano, convertido ya en el mejor de su equipo. Y cuando más claro parecía que el Zamora lograría el segundo gol, llegó la segunda tarjeta amarilla de Gurrutxaga, que no sólo dejaba al Zamora con un hombre menos, si no que causaba el libre directo que cabeceó Galiano para establecer el empate a uno.

Lejos de venirse abajo, el Zamora se hizo el amo y señor del encuentro a partir de ese momento. Álvarez Tomé movió el banquillo y el Zamora dispuso de varias ocasiones para recuperar la delantera, aunque las más claras serían una de Lomba bajo los palos, y un desmarque de Aarón, que pisó el balón cuando se disponía a encarar al portero.

Pero los riojanos supieron dormir al final el partido, y amarrar un punto muy valioso por la delicada situación que ocupan en la clasificación del Grupo Segundo de la Segunda División B.