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I AVELINO SOLÍS I JUGADOR DEL TEKA CANTABRIA Y EX JUGADOR DEL CIUDAD DE LOGROÑO

«No es fácil jugar sin cobrar, pero debemos seguir adelante»

El central del ascenso logroñés se reencontrará mañana con su ex equipo con la camiseta del histórico Teka

PABLO ÁLVAREZ

Viernes, 2 de noviembre 2007, 01:59

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En el todavía joven álbum de los recuerdos del Ciudad de Logroño hay un buen sitio para Avelino Solís. El central asturiano era el jefe en la cancha de un equipo, el entonces Darien, que consiguió lo que pocos soñaban antes: llevar a La Rioja a la mejor liga de balonmano del mundo. Y lo hizo con dificultades, tras un último año lleno de problemas en su rodilla. «Soy consciente de que no estoy al cien por cien», reconoce aún.

Tras dejar Logroño con el ascenso, Solís recaló en el Naranco, y después en Santander. La carambola de este verano -desaparición de Altea, ascenso legal del Teka- le ha traído de nuevo a Asobal. Solís debutó por fin el domingo pasado en Ciudad Real, y mañana podría estar contra su ex equipo.

- ¿Cómo se lleva mentalmente una lesión tan larga?

- Sigo teniendo muchas ganas de jugar, porque me gusta mucho este deporte y quiero seguir disfrutándolo como jugador.

- La del Teka este año, con el ascenso a mitad de agosto, ha sido una situación rara. ¿Se había encontrado con algo así'

- Ni yo ni nadie. Es complicado, porque se hace un equipo para la División de Honor B, se empieza la pretemporada y de repente, 15 días después, resulta que te presentas en Asobal. Fue algo agradable para los jugadores, porque todos queríamos tener esa oportunidad. Esta plantilla quiere demostrar que puede estar ahí. Sabemos que tenemos un equipo más mermado que otros, pero la ilusión no nos la quita nadie.

- Hubo quien dijo que quizá Teka no debería haber aceptado el ascenso en esas condiciones.

- Nosotros no pensamos así. Sabemos que trabajando bien, los resultados pueden llegar. Es difícil, y en esta liga las cosas son complicadas y los equipos son muy buenos. Al final de la temporada se podrá decir quién tenía la razón. Pero sabemos ya que va a ser duro, y que tendremos que estar peleando hasta la última jornada.

- ¿Está preparada la afición de Santander, que recuerda épocas muy grandes, para sufrir así?

- El año pasado ya tuvo que estarlo, el equipo estuvo mucho tiempo por esa zona baja. Realmente la gente está respondiendo bien, el público va al pabellón y empuja. Lo bueno es que aquí se entiende mucho de balonmano, la gente lleva muchos años viendo balonmano de gran nivel. Quizá haya a quien le cueste entender que habrá partidos que no podremos plantar cara, pero hasta el día de hoy la gente está aquí. Son conscientes de nuestras limitaciones, pero están ahí.

- Se les ve con un espíritu un tanto de 'guerrilla'.

- Sabemos que nuestra fortaleza es la defensa y salir al contraataque. Quizá en ataque posicional tengamos más problemas; pero sabemos nuestras bazas, y debemos intentar aprovecharlas.

- Y todo eso, con los problemas económicos que está pasando el Teka este año y el pasado.

- Eso es algo en lo que los jugadores no podemos estar. Lo tienen que solucionar la directiva y el cuerpo técnico, y está en ellos. De momento, vemos las cosas bastante bien. Debemos dedicarnos a lo nuestro, y con eso llegará todo.

- Pero ¿es fácil para los jugadores estar 'a lo suyo' cuando no se cobra?

- No es fácil, no. Todo el mundo tiene sus problemas, su vida y sus pagos. Pero el club nos está diciendo las cosas claras, y vemos que la situación es solucionable. Pero tenemos que seguir adelante, de otro modo no solucionamos nada.

- ¿Guarda buenos recuerdos de Logroño?

- Fueron dos años maravillosos. El trato con los jugadores, la directiva, la gente de la ciudad.... Fueron años muy tranquilos, con una ciudad que empezaba a vivir el balonmano. Todo son buenos recuerdos.

- ¿Y del ascenso?

- Recuerdo el momento de entrar a la cancha, con todo lleno, y ver cómo estaba la gente, cómo gritaba. Y recuerdo la fiesta de después. Y cuando se pidió tiempo muerto, y todo el mundo empezó a aplaudir porque ya estaba conseguido... Fue un día increíble.

- Tras aquel ascenso el club decidió no renovarle. ¿Ve su regreso a Asobal como una manera de reivindicarse, de decir que de verdad sirve para jugar en esta liga?

- No, para nada. Llevo muchos años en esto, y sé cómo son las cosas. En Logroño, tras conseguir el ascenso, hubo gente que se quedó y otros que se marcharon, por decisión propia o de la directiva. Pero el equipo mira por sus intereses, y necesita a unos y a otros no. Ojalá pueda seguir muchos años en Asobal, y trabajo para ello. Tuve suerte este verano y a partir del trabajo espero seguir aquí. Pero no tengo que demostrar nada a nadie, salvo a mí mismo.

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