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El asesino del ajedrez se sienta en el banquillo
'serial killer' ruso

El asesino del ajedrez se sienta en el banquillo

Pichushkin tenía la macabra afición de marcar cada uno de sus crímenes en un tablero de ajedrez.

AGENCIAS |

Jueves, 13 de septiembre 2007, 18:40

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Estos días se celebra en Moscú el juicio contra uno de los mayores asesinos en serie del país, Alexander Pichushkin, de 33 años y responsable al menos de 49 muertes probadas, aunque él mismo ha asegurado haber matado a más de 60 personas. Pichushkin tenía la macabra afición de marcar cada uno de sus crímenes en un tablero de ajedrez. Tenía como objetivo llenar los 64 casilleros del juego, pero fue detenido antes de lograrlo

El acusado confesó que su primera víctima fue un compañero de clase al que asesinó en 1992, cuando tenía 18 años. La policía le consideró sospecho de este crimen, pero poco después lo descartaron. Unas décadas más tarde comenzaron a tener lugar los crímenes del Parque Bittsa, en la capital moscovita.

De semblante tranquilo y distante, solicitó ante la Justicia un juicio con jurado y el Tribunal falló que la vista estuviera abierto al público. En caso de ser declarado culpable podría ser condenado a cadena perpetua.

En junio de 2006 el acusado fue arrestado después de que la policía hallara su nombre y su número de teléfono en una hoja de papel que una de sus víctimas había logrado dejarle a su hijo.

En un principio, Pichushkin negó ser el responsables de los asesinatos, pero cuando la policía le mostró unas imágenes de video tomadas por una cámara de vigilancia en un subterráneo, no tuvo más remedio que admitir su autoría. Las imágenes le mostraban acompañando a una víctima. Tras su confesión, Pichushkin ayudó a la policía a encontrar algunos cadáveres.

Poco después de su arresto, las autoridades invitaron al canal de televisión NTV a filmar y transmitir las confesiones de detenido, en un intento por contrarrestar los rumores de la prensa de que el asesino había sido forzado bajo tortura a realizar confesiones falsas.

En esa entrevista, Pichushkin habló de su pasión por matar: "Para mí, una vida sin homicidios es como una vida sin alimentos para ustedes -sostuvo-. Me sentía como el padre de todas estas personas, ya que fui yo el que les abrió la puerta del otro mundo''.

Casi todas las víctima eran hombres a quienes engañaba prometiéndoles una botella de vodka. Los medios rusos sostienen que Pichushkin buscaba competir con el más reconocido asesino serial en ese país, Andrei Chikatilo ("El carnicero de Rostov"), muerto de un balazo en la nuca tras ser condenado en 1992 por matar a 52 personas en un plazo de doce años.

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