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Economia

La semana más trágica

La veintena de muertes en accidente laboral de los últimos días pone de manifiesto la urgencia de abordar nuevas medidas contra la siniestralidad

J. L. GALENDE

Domingo, 9 de septiembre 2007, 02:59

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La que finaliza hoy es la semana más trágica del año en accidentes laborales mortales. Aunque es pronto para precisar el total de muertes relacionadas con el trabajo, sólo los casos aparecidos en los medios de comunicación durante los primeros siete días de septiembre suman más de una veintena, al incluir los ocho tripulantes del pesquero de Barbate que perdieron la vida el pasado miércoles. A esa cifra hay que añadir los casos que no han trascendido -muertes no traumáticas en el puesto de trabajo, un accidente de circulación de camino al tajo...-, los autónomos -que no figuran en las estadísticas-, los fallecidos varios días después de producido el siniestro, que generalmente tampoco se incluyen, y otros.

En el primer semestre del año los registros apuntan la existencia en España de 580 fallecimientos -incluidos los registrados 'in itinere'-, que equivalen a 22 por semana, cifras que son un 13% inferiores a las registradas en el mismo periodo del año pasado. Los sindicalistas lamentan la que creen escasa resonancia de estos fallecimientos y apuntan que si se trasladara una cifra similar a otros ámbitos de la vida diaria -violencia de género, terrorismo, delincuencia...- la repercusión social y mediática sería tan impactante que el problema se convertiría rápidamente en la prioridad absoluta de los gobiernos, cuyo propio futuro se vería amenazado por tal desastre. Pero, añaden, la sociedad parece haberse conformado con la idea de que ir a trabajar puede costar la vida, lesiones invalidantes o, con frecuencia, varias semanas de baja.

Un alto coste

Reducir esta sangría, que además del coste humano, familiar y social tiene consecuencias muy importantes para la economía en general y las empresas en particular -CC. OO. las ha llegado a cifrar en 13.000 millones de euros, el 1,75% de la riqueza nacional en el 2003- es desde hace unas semanas un objetivo más nítido para las partes implicadas. Gobierno, sindicatos y patronal se han conjurado en un ambicioso plan -'Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (207-2012)'- que pretende rebajar la siniestralidad laboral en un 30% en cinco años, meta que puede perfectamente cumplirse si se tiene en cuenta la caída del 4% de los accidentes con baja registrada en el primer semestre del año, antes de comenzar a aplicarse la nueva iniciativa.

El proyecto fue aprobado por el Gobierno a comienzos del verano, pero falta aún por desarrollar el centenar de medidas que contempla. El próximo 18 de septiembre la Comisión nacional de Prevención de Riesgos Laborales se reunirá en Cádiz para aprobar las actuaciones concretas contenidas en un 'Plan de Acción' remitido por el Gobierno, cuyas primeras medidas se aplicarán hasta el próximo abril y que deben servir para acelerar la reducción de la siniestralidad ya iniciada, un capítulo en el que España se encuentra a la cola de Europa.

Duplicar presupuesto

Para abordar los objetivos perseguidos con la nueva estrategia, la Fundación de Riesgos Laborales va a duplicar su presupuesto, por lo que rebasará los 50 millones de euros en las partidas que destina a actuaciones territoriales -emanadas de los órganos tripartitos autonómicos- y a las sectoriales. Serán precisamente los programas de actuación sectoriales -abordados por los agentes sociales- y territoriales -con la participación de las administraciones autonómicas- dos de las grandes iniciativas que protagonizarán las actuaciones en prevención.

Y dentro de ellas, tiene especial relevancia la creación de la figura del 'agente sectorial de prevención' -dos por provincia- que tendrá por misión la prevención de riesgos en las pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores, precisamente en las que no existe la figura de delegado de prevención.

El Plan de Acción propuesto por el Gobierno contempla la puesta en marcha de una cincuentena de medidas, muchas de las cuales se prolongarán durante toda la vigencia de la nueva Estrategia. Tales actuaciones, a las que se ha puesto fecha y departamento responsable, tendrán lugar en los campos de la calidad de la prevención, el cumplimiento de la normativa vigente, la cultura de la prevención, el sistema de información e investigación de los siniestros, el reforzamiento de la Inspección de Trabajo, la coordinación entre las Administraciones públicas, el fortalecimiento del papel de los interlocutores sociales y la potenciación de la formación en prevención de riesgos laborales.

Sistema de 'bonus'

Medidas más concretas, dentro de estos apartados, serán, por ejemplo, la entrega a las 'pymes' de material de primeros auxilios; la aprobación del Real Decreto de subcontratación en la construcción o el inicio del estudio del sistema de 'bonus' para reducir las cotizaciones sociales a las empresas con mejor historial en accidentes. Además, contempla la mejora de la protección de los autónomos y un 'plan renove' de equipos de trabajo obsoletos.

También se prevén la organización de marcos de colaboración entre las Administraciones públicas y los medios de comunicación para consolidar la cultura de la prevención; la puesta en marcha de un observatorio estatal de condiciones de trabajo; la elaboración de guías de los síntomas y patologías relacionados con las enfermedades profesionales, y la creación de una red de Institutos públicos para la investigación de la prevención.

La extensión de prevención a todo el sistema educativo, la intensificación de la coordinación entre la Fiscalía, autoridades laborales, autonomías e Inspección de Trabajo son otras aportaciones, que se complementan con una oferta empleo de empleo público para incrementar la plantilla de la Inspección de Trabajo en 70 inspectores y 50 subinspectores.

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