Solbes cree que la escalada alcista del Euribor está a punto de tocar techo

El vicepresidente económico del Gobierno cree que el Euribor -el tipo de referencia de la gran mayoría de las hipotecas en España, que condiciona las economías de muchos hogares- está a punto de tocar techo en la escalada que le ha aupado a sus niveles más altos en siete años.

Pedro Solbes, que llevó al Consejo de Ministros un informe sobre la incidencia de la crisis de las 'hipotecas basura' norteamericanas en la economía española, reconoció que las turbulencias de los mercados podrían frenar la actividad si llegan a afectar a la expansión de Europa y de Estados Unidos. «En el sector financiero, el impacto es extremadamente reducido», ratificó, tras citar datos recopilados por el Banco de España, la Dirección General de Seguros y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Con todo, el Gobierno no ha modificado la previsión de crecimiento de la economía española para este año, que cifra el aumento del Producto Interior Bruto en el 3,8%, tras constatar que el avance fue del 4% en el segundo trimestre, y que la ligera desaceleración del consumo doméstico y la construcción se está viendo compensada por el avance de la inversión en equipamiento.

Patrón de crecimiento

«Nuestros esfuerzos por reequilibrar el patrón de crecimiento están empezando a dar resultados», celebró el ministro de Economía. Pero estos cambios tan deseados se irán al traste si se tuerce la trayectoria de recuperación de las economías de la zona euro de países como Alemania o Francia, que son nuestros principales clientes comerciales.

Solbes comentó que, si la volatilidad de los mercados acabara por tener efectos en las economías occidentales, la española tiene «fortalezas» que atenuarán esos efectos indirectos.

Mencionó entre ellas la estabilidad presupuestaria, que posibilitará el funcionamiento de los 'estabilizadores automáticos' en época de dificultades. Es decir, que serán los excedentes de las cuentas públicas de hoy los que permitan cubrir las necesidades sociales cuando lleguen tiempos de 'vacas flacas'.

El Consejo de Ministros conoció ayer el informe de cumplimiento del objetivo de estabilidad del ejercicio 2006, que confirma el cierre del pasado ejercicio con un superávit del conjunto de las administraciones públicas con un superávit del 1,8% del Producto Interior Bruto. La contribución de los distintos sectores fue distinta de lo inicialmente estimado: más superávit del Estado y de la Seguridad Social, 'números negros' también en las Autonomías, y 'números rojos' en las cuentas de los ayuntamientos.

En vísperas del 6 de septiembre, la fecha en que el Banco Central Europeo tomará una decisión sobre los tipos de interés, el vicepresidente económico del Gobierno fue un poco más allá de lo habitual en sus comentarios sobre la política monetaria que se aplica en la zona euro.

El responsable económico español recordó que el BCE «no es un autómata» y dijo estar convencido de que, en sus acuerdos sobre el precio oficial del dinero, tomará en cuenta la nueva -y turbulenta- realidad de los mercados.

«Pienso que la parte fundamental del recorrido de los tipos de interés (al alza) ya se ha producido», dijo. Por eso, «la probabilidad de que el Euribor haya tocado techo aumenta», comentó, aunque admitió desconocer el momento exacto en que esa subida llegará a producirse.

Expectativas

Hay expertos que coinciden con el ministro al apuntar que el mercado donde se prestan dinero los bancos unos a otros -donde se marca la referencia de las hipotecas a interés variable- ya ha anticipado aumentos que el Banco Central Europeo aún no ha decidido e incluso podría retrasar.

Pero la autoridad monetaria europea también trabaja con expectativas, comentó Pedro Solbes, y entre ellas podría tomar en cuenta el repunte de los precios de alimentos básicos que ya empieza a darse en toda Europa por la sustitución de ciertos cultivos por otros destinados a la producción de biocarburantes y por la mayor demanda de los países emergentes (China, India). El ministro matizó que este efecto no va a deteriorar la competitividad de la economía española, al darse por igual en todos los países de la zona euro. Los precios podrían subir un escalón en todos ellos, observó.