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Muere aplastado por su coche al tratar de volver a una pista forestal tras un accidente
SUCESOS

Muere aplastado por su coche al tratar de volver a una pista forestal tras un accidente

La víctima, de 39 años, regresaba a su casa en Santa Engracia tras pasar la noche en las fiestas de Galilea

LA RIOJA

Jueves, 16 de agosto 2007, 12:11

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Arturo Meraño Pérez, un hombre de 39 años y vecino de Santa Engracia de Jubera, falleció ayer aplastado por su propio vehículo tras haber salido ileso de un primer accidente de tráfico ocurrido en una pista forestal por la que la víctima se dirigía hacia su casa después de pasar la noche en las fiestas de Galilea.

El suceso ocurrió a las siete de la mañana. Según ha podido saber Diario LA RIOJA, el hombre fallecido conducía su vehículo todoterreno, un Land Rover Discovey, por el camino forestal cuando se salió de la vía. Este hecho no revistió especial gravedad, puesto que la víctima salió por su propio pie del coche. Pero después volvió a meterse en el todoterreno para reincorporarlo al camino y fue entonces cuando ocurrió la tragedia. El vehículo dio una vuelta de campana. El conductor, que no se había puesto el cinturón, salió despedido por la ventanilla y el coche le cayó encima.

Cuatro testigos

El dramático suceso fue presenciado por cuatro cazadores, que inmediatamente utilizaron sus teléfonos móviles para pedir auxilio.

Al lugar del accidente se desplazaron los Recursos de Emergencias del Servicio Riojano de Salud, así como varios agentes de la Guardia Civil de Tráfico. El personal sanitario no pudo más que confirmar la defunción del hombre.

Minutos después apareció por el mismo camino forestal un vehículo conducido por el hermano del fallecido en el que además viajaban varios miembros más de la misma familia. Todos ellos regresaban también de disfrutar de las fiestas de Galilea, y se encontraron con la dramática escena.

Desde el SOS Rioja se movilizó de inmediato a un equipo de apoyo psicológico para atender a los familiares de la víctima mortal.

Arturo Meraño Pérez estaba soltero y vivía en el domicilio de sus padres, en Santa Engracia de Jubera. Era electricista de profesión, aunque últimamente se encontraba de baja laboral por unos problemas físicos en la rodilla. La noticia de su muerte provocó ayer una gran consternación en el municipio, donde Arturo era una persona muy conocida y apreciada.

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