Alejandro Landes describe a Evo Morales como «un niño hombre de mirada pícara»

Popular, pragmático, mediático y metáfora de muchas realidades. Así define el cineasta Alejandro Landes a Evo Morales, presidente de Bolivia al que captó con su cámara cuando todavía no era el máximo representante político de ese país latinoamericana, sino un indio aymara que vestía zapatillas y vaqueros y cuya pasatiempo favorito era ver al Real Madrid.

Al menos ese es el recuerdo que tiene Landes de Morales, protagonista del que es su debut en la gran pantalla,

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El 18 de diciembre de 2005, Morales ganó las elecciones con cerca del 54% de los votos. Landes tenía 120 horas grabadas sobre el que era el primer mandatario indígena de Bolivia que redujo a algo más de 90 minutos.

Conocimiento del pueblo

Dice el director que Morales representa «lo que debe ser una democracia. Nace de la escuela sindicalista, tiene rasgos autoritarios y mucho carisma. Conoce bien al pueblo y ahora también la presidencia. Tiene una mirada de niño-hombre y un sentido pícaro de la vida. Si hoy nos planteáramos hacer

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Como en todo rodaje, hubo sus más y sus menos. Así, un día Morales le acusó de ser agente de la CIA, lo que hizo que pusiera la cámara en Leonilda Zurita, que sirve de guía al mundo sindical de los cultivadores de coca, la base de poder de Morales. «Las plantaciones de la hoja de coca no tienen importancia económica para Bolivia, que tiene puestas sus esperanzas en el gas. Los intentos de erradicar el cultivo de esta planta por parte del Gobierno norteamericano han sido un fracaso», advierte Landes.

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